Identificación precisa de locales de pública concurrencia según ITC-BT-28
La ITC-BT-28 del REBT establece criterios específicos para determinar qué locales deben considerarse de pública concurrencia en Lanzarote, con implicaciones directas en las obligaciones de inspección y mantenimiento. Los locales de espectáculos y actividades recreativas (cines, teatros, discotecas, salas de fiesta, pabellones deportivos) se clasifican automáticamente como LPC independientemente de su ocupación. Para locales de reunión, trabajo y usos sanitarios, la clasificación depende del aforo: siempre son LPC los hoteles, hospitales, asilos, guarderías, bares y restaurantes; mientras que bibliotecas, gimnasios, establecimientos comerciales, oficinas con atención al público y consultorios médicos solo lo son cuando superan las 50 personas de ocupación. El cálculo se realiza considerando 1 persona por cada 0,8 m² de superficie útil, excluyendo pasillos, vestíbulos y zonas de servicio.
En el contexto turístico de Lanzarote, muchos establecimientos que inicialmente no parecen alcanzar el umbral de LPC terminan siéndolo al aplicar correctamente los criterios. Un restaurante de 45 m² útiles tendría una ocupación de 56 personas (45÷0,8), clasificándose como LPC. Los locales en sótanos, frecuentes en centros comerciales de la isla, siempre son LPC por su dificultad de evacuación, según condiciones BD2, BD3 y BD4 de la norma UNE 20460-3. Cualquier local con capacidad superior a 100 personas ajenas al establecimiento también entra en esta categoría. Es fundamental entender que el catálogo de la ITC-BT-28 no es exhaustivo: locales de naturaleza similar aunque no estén expresamente listados deben cumplir los mismos requisitos. Para evitar problemas durante la inspección inicial obligatoria, conviene realizar una evaluación previa del uso y ocupación real del local.
Periodicidad de inspecciones quinquenales y consecuencias del incumplimiento
Los locales de pública concurrencia en Lanzarote están sujetos a un régimen de inspección más estricto que otras instalaciones eléctricas. La inspección inicial debe realizarse obligatoriamente antes de la puesta en servicio del local, siendo condición indispensable para obtener el suministro eléctrico. Sin un certificado favorable del OCA, la compañía distribuidora no conectará el servicio. Posteriormente, las inspecciones periódicas cada 5 años son obligatorias sin excepción, contados desde la fecha del certificado anterior. Este plazo es la mitad del establecido para viviendas, reflejando el mayor riesgo asociado a la concentración de personas y el uso intensivo de las instalaciones.
El incumplimiento de los plazos de inspección conlleva consecuencias administrativas y legales severas. Si no se realiza la inspección quinquenal en plazo, el local opera en situación irregular, exponiendo al titular a sanciones económicas que pueden alcanzar los 60.000 euros según la Ley de Industria. En caso de accidente eléctrico, la responsabilidad civil y penal recae directamente sobre el titular, pudiendo las aseguradoras negarse a cubrir siniestros en instalaciones sin inspección vigente. El cierre cautelar del establecimiento puede ser decretado por la autoridad competente si se detectan defectos muy graves no subsanados. En zonas turísticas de Lanzarote, donde muchos locales cambian de titularidad frecuentemente, es crucial verificar la fecha de la última inspección al adquirir o alquilar un local. La documentación debe incluir el certificado OCA vigente y el historial de subsanaciones realizadas.
Ensayos críticos obligatorios durante la auditoría según normativa vigente
Durante la auditoría eléctrica previa a la inspección oficial, deben realizarse ensayos específicos siguiendo la metodología de la norma UNE 20460-6-61. La continuidad del conductor de protección (PE) se verifica en todos los circuitos, especialmente crítica en instalaciones antiguas de Lanzarote donde la corrosión marina puede haber degradado conexiones. Los valores de resistencia de puesta a tierra deben garantizar tensiones de contacto inferiores a 50V en condiciones normales y 24V en locales conductores, requiriendo frecuentemente valores inferiores a 10Ω en instalaciones con diferenciales de 30mA. El ensayo de disparo de RCD verifica tiempos y corrientes de actuación: los diferenciales de 30mA deben disparar entre 0,5×IΔn y 1×IΔn, con tiempos máximos de 300ms a IΔn y 40ms a 5×IΔn.
La medición de impedancia de bucle confirma que las protecciones magnetotérmicas actúan en los tiempos prescritos por la ITC-BT-24, fundamental para la protección contra contactos indirectos. En locales con equipos electrónicos sensibles, común en hoteles y oficinas modernas, debe verificarse la compatibilidad de diferenciales tipo A o tipo F con las cargas. El aislamiento entre conductores activos y tierra debe superar 0,5MΩ medidos a 500V según ITC-BT-19, valores que suelen degradarse en ambientes húmedos costeros. Para instalaciones con protección contra sobretensiones (SPD), obligatoria en muchos LPC según ITC-BT-23, se verifican los indicadores de fin de vida y la coordinación entre dispositivos tipo 1 y tipo 2. La selectividad entre protecciones se comprueba documentalmente y mediante cálculo, evitando disparos generales que dejen sin servicio todo el local. Estos ensayos permiten detectar y corregir deficiencias antes de la inspección oficial, evitando certificados desfavorables y sus consecuencias.
Defectos recurrentes en locales de Lanzarote y medidas preventivas específicas
La experiencia en inspecciones de LPC en Lanzarote revela patrones de defectos recurrentes que pueden prevenirse con mantenimiento adecuado. El fallo más común es la ausencia de tres circuitos independientes para alumbrado en zonas de público, requisito fundamental para que un fallo no afecte a más del tercio de la iluminación. Muchos bares y restaurantes pequeños tienen toda la iluminación en un único circuito, requiriendo reformas costosas. Las luminarias de emergencia no operativas por baterías agotadas representan otro defecto grave frecuente: con inspecciones quinquenales, las baterías con vida útil de 2-4 años fallan sistemáticamente si no hay mantenimiento preventivo. La falta de emergencias a menos de 2 metros de extintores y cuadros eléctricos, obligatoria por normativa, suele detectarse cuando se reubican extintores sin considerar este requisito.
En el ambiente marino de Lanzarote, la corrosión de elementos metálicos acelera el deterioro de instalaciones. Las cajas de derivación sin grado IP adecuado en terrazas y zonas exteriores presentan oxidación severa, comprometiendo la seguridad. Los empalmes sin protección en rótulos luminosos exteriores y la utilización de conductores no reglamentarios (mangueras domésticas en lugar de cables 0,6/1kV) son defectos graves habituales. La ausencia de diferenciales independientes para circuitos de alumbrado de público, obligatoria en instalaciones posteriores a 2002, requiere reformas del cuadro general. Para prevenir estos problemas, se recomienda un protocolo de mantenimiento trimestral que incluya test de emergencias, revisión de elementos exteriores, medición anual de tierras y RCD, y actualización de esquemas unifilares tras cualquier modificación. Un contrato con empresa mantenedora autorizada garantiza el seguimiento sistemático y la documentación necesaria para las inspecciones.
Documentación técnica exigible y protocolo de subsanación ante defectos graves
La documentación técnica para la inspección de un LPC debe estar completa y actualizada, comenzando por el proyecto eléctrico original o memoria técnica de diseño (MTD) según la potencia instalada. Los locales de pública concurrencia siempre requieren proyecto, independientemente de su potencia, según ITC-BT-04. El certificado de instalación eléctrica (CIE) debe corresponder con la configuración actual, incluyendo anexos de ampliación si hubo reformas. Los esquemas unifilares actualizados deben reflejar cada circuito con sus protecciones, secciones y longitudes reales. El certificado de la última inspección periódica con el registro de defectos subsanados, el contrato de mantenimiento vigente con empresa autorizada, y el libro de mantenimiento con las intervenciones de los últimos 5 años completan el expediente básico.
Cuando la inspección detecta defectos, el protocolo de actuación varía según su clasificación. Los defectos leves (señalización deficiente, falta de esquemas) deben corregirse antes de la siguiente inspección, sin plazo específico. Los defectos graves (RCD con tiempos excesivos, selectividad inadecuada, emergencias inoperativas) disponen de 6 meses para subsanación, requiriendo certificado de corrección emitido por instalador autorizado. Los defectos muy graves (ausencia de protección diferencial, partes activas accesibles, temperatura excesiva en conexiones) exigen corrección inmediata, pudiendo el OCA ordenar la desconexión del suministro. La subsanación debe realizarse por empresa instaladora habilitada en categoría especialista (anteriormente categoría B), emitiendo un certificado de corrección (CAI) que detalle las actuaciones realizadas. Este certificado se presenta al OCA para la reinspección parcial, generando un nuevo certificado favorable. Todo el proceso debe registrarse en la sede electrónica del Gobierno de Canarias mediante los procedimientos establecidos, actualizando el expediente del local en el registro de instalaciones eléctricas.
Contenido informativo. La normativa aplicable es la publicada en BOE/BOC y las Guías Técnicas del Ministerio de Industria y del Gobierno de Canarias. Cada instalación requiere análisis técnico específico. Para una evaluación individualizada, contacte con Ángel Luis Arce.
Si su local necesita prepararse para la inspección quinquenal o requiere subsanar defectos detectados, solicite una auditoría preventiva completa. Identificaremos y corregiremos todas las deficiencias garantizando el certificado favorable del OCA.
Preguntas frecuentes – FAQ’s
¿Qué se considera «pública concurrencia» en el REBT y qué locales entran en esta categoría?
La ITC-BT-28 considera de pública concurrencia, entre otros, locales de espectáculos y actividades recreativas, reunión, trabajo y uso sanitario. En la práctica incluye hoteles, restaurantes, hospitales, cines, teatros, discotecas, ayuntamientos, etc. La clasificación condiciona el diseño, verificaciones y obligación de inspecciones.
¿Cada cuánto se realiza la inspección quinquenal y qué ensayos son críticos?
Todo local que precisó inspección inicial (p. ej., LPC) debe pasar inspección periódica cada 5 años (ITC-BT-05). En auditoría previa conviene medir: continuidad de PE, resistencia de tierra, impedancia de bucle, tiempos de disparo de RCD y aislamiento, siguiendo UNE 20460-6-61 y las guías BT. Esto reduce rechazos y facilita la OCA.
¿Cuáles son las no conformidades más frecuentes y cómo prevenirlas?
Típicos: RCD incorrectos (tipo/sensibilidad o tiempos fuera), SPD inexistentes donde son exigibles por ITC-BT-23, tomas de tierra degradadas, alumbrado de emergencia insuficiente o sin autonomía, cuadros sin identificación y protecciones sin selectividad. Prevención: ensayos periódicos, revisión de coordinación de protecciones, mantenimiento y actualización documental antes de la OCA.
Bibliografía
Si quieres consultar información más detallada, te recomiendo que visites los siguientes enlaces
- BOE – RD 842/2002 (REBT) – Texto consolidado (ELI)
- BOE – RD 298/2021 – Modificaciones en seguridad industrial (ELI)
- Ministerio de Industria – REBT (información oficial)
- BOC – Decreto 141/2009 (procedimientos instalaciones eléctricas en Canarias)
- Gobierno de Canarias – Juriscan: Ficha del Decreto 141/2009
- BOC – Resolución 28/11/2016: Protocolos inspección decenal instalaciones comunes
- Gobierno de Canarias – Juriscan: Ficha de la Resolución (protocolos decenales)
- BOE – RD 355/2024 – ITC AEM 1 Ascensores
- Ministerio de Industria – Ascensores: reglamento y mantenimiento
- UNE 58720:2020 – Mantenimiento preventivo de ascensores (ficha oficial)
- UNE 192007-1:2020 – Procedimiento inspección reglamentaria BT (ficha oficial)
- UNE 20460-6-61:2003 – Verificación inicial (ficha histórica)